El día 22 de octubre pasado, en la localidad castellana de Burgos, tuvo lugar la celebración del XXII Día del Veterano de la Real Hermandad de Veteranos de los tres Ejércitos y G.C., organizado este año por el Ejército de Tierra, y más concretamente por el Regimiento de Artillería de Campaña número 11, sito en la localidad de Castrillo del Val, y que es el más veterano de España, cuyo origen se remonta a 1710.
Como es conocido, este evento se celebra anualmente bajo la tutela de la Real Hermandad, si bien su organización se confía rotatoriamente a los mandos de los Ejércitos de Tierra, Armada y Aire, así como Guardia Civil, por ese orden, volviendo a comenzar el ciclo cada cuatro años. Hasta 2018, lo habitual era celebrar este acto en el interior de los acuartelamientos respectivos, pero a partir de ese año, y como parte de la política de difusión de la denominada Cultura de Defensa, los altos mandos decidieron sacar el evento a la calle, buscando la cercanía de paisanos y civiles, y como muestra de que los Ejércitos son parte de la sociedad y están para servirla.
El lugar elegido fue la Avenida de La Paz, una hermosa calle de la capital burgalesa, donde era muy factible maniobrar para los actos. Precisamente en el extremo de la avenida se localiza un escultural monumento alegórico, original del famoso escultor Juan de Ávalos, y que homenajea a los tres ejércitos, junto a la Plaza de España, la cual cuenta con una bonita y decorativa fuente.
El acto congregó a más de medio millar de veteranos, además de tropas del Reg. de Artillería de Campaña, y a la Banda de la Unidad de Música, que, junto con familiares y público asistente, sumaron más de 2.500 personas, procedente de diversos puntos de España, desde Canarias a Barcelona, y de Almería a La Coruña.
El acto comenzó con un ensayo general de la ceremonia, sobre las 10 de la mañana. Tras evolucionar y ajustar movimientos de la tropa y de veteranos en los ensayos, el evento propiamente dicho dio comienzo oficialmente a las 12 de la mañana. Formaban en la plaza unos 45 guiones y banderines, junto a la banda de la Unidad de Música del Cuartel General de la División San Marcial, escuadra de gastadores, y una compañía (3 secciones) de tropas del Regimiento de Artillería de Campaña nº 11.
Tras la incorporación de la bandera nacional, propia del Regimiento, a la formación, se continuó con la llegada de las autoridades que presidirían el acto, encabezadas por el Almirante Jefe de EM de la Defensa, D. Teodoro Esteban López Calderón, acompañado del General Jefe EM del Ejecito de Tierra, D. Amador Enseñat y Berea, y del presidente de la R.H. de Veteranos, Tte. Gral. D. José Manuel García Varela. Representando a la ciudad de Burgos, que acogía los actos, estaba su alcalde, D. Daniel de la Rosa Villahoz.
A la llegada de las autoridades, se les rindieron honores, junto con la interpretación del himno nacional.
Seguidamente, el Almirante López Calderón, acompañado del presidente de la Real Hermandad, pasó revista a las tropas, tanto a las 3 secciones de Artillería, como a las formaciones de Veteranos, formados en 6 bloques de nueve en fondo, que reunían a un total de más de 500 veteranos. El Almirante saludó militarmente al veterano al mando de cada uno de los 6 bloques.
El siguiente paso de los actos consistió en el izado de la bandera nacional que, portada por 10 personas (veteranos y militares en activo, algunos de estos ataviados con uniforme de época), recorrió la avenida de La Paz a los sones del conocido pasodoble “Banderita”, de la obra lírica teatral Las Corsarias, que fue cantado por el coro de veteranos de la Real Hermandad y emotivamente coreado por el público presente en el acto. La bandera fue izada en el extremo de la avenida, en un asta junto al monumento a los Ejércitos de España, y que presidió todos los actos del evento, prosiguiendo con las alocuciones de felicitación del Presidente de la Real Hermandad, así como del Almirante, a los veteranos presentes. Ambos hicieron notable mención a los malos momentos pasados durante la pandemia (que impidió celebrar el evento en 2020), así como a los fallecidos y familiares de fallecidos, especialmente a los veteranos que resultaron afectados. Tampoco cayó en el olvido el esfuerzo y entrega que la unidades militares, como la UME y Guardia Civil, han llevado a cabo en este tiempo, incluyendo la pandemia, inundaciones, incendios y más recientemente en la isla de La Palma, tras la erupción volcánica.
A continuación, se impusieron condecoraciones a los veteranos merecedores de las mismas, y se entregaron los premios a los jóvenes ganadores del concurso escolar de relato corto y video “Militares en la Historia de Burgos”, llevado a cabo entre los centros de enseñanza de la ciudad y provincia y auspiciado por la Real Hermandad, la Guardia Civil y la Dirección Provincial de Educación de Burgos.
Tras ello, se procedió al celebrar un homenaje a aquellos que dieron su vida por España. De este modo, los guiones se desplazaron hasta el pie del asta de la bandera, desfilando a paso de ceremonia, y a los sones de “La Muerte no es el Final”, donde encontraba instalado un pebetero junto al monolito, ante el cuál el Almirante y el presidente de la Real Hermandad, depositaron una corona de laurel, junto a dos viudas de veteranos de la delegación local de la RH. Inmediatamente, se interpretó el “Toque de Oración”, que finalizó con una descarga de fusilería.
Acto seguido, una vez regresaron los guiones a la formación, se interpretaron los himnos de Artillería y de los Veteranos, (el denominado “Centinela”), ambos interpretados por la Unidad de Música del Cuartel General de la División San Marcial, y cantados brillantemente por el coro de la Real Hermandad , tras lo cual la formación completa recibió órdenes de prepararse para el desfile, desplazándose hasta el lugar de inicio del mismo, en la Plaza de España, para conformar la formación de 3 en fondo, tanto de las tropas presentes como de las diferentes formaciones de veteranos, que desfilaron conjuntamente ante las autoridades, entre los aplausos del público, y a lo largo de la avenida de La Paz de la ciudad.
Tras esto, se dieron por terminados los actos, con la despedida de autoridades y los abrazos entre veteranos, que se emplazaban para la cita de 2022, con la esperanza de que la pandemia y las circunstancias nos permitan reencontrarnos con todos los compañeros.